lunes, 14 de noviembre de 2011

Reflexión sobre Aleph (sólo para los que lo hayan leído)

Con mi mamá hemos leído todos los libros de Paulo Coelho, así que cuando el libro llegó a la Argentina lo compramos. Ella lo leyó primero y esperó a que yo lo terminara para comentarlo.
Me costó mucho terminar el primer capítulo, sentí que el libro no me atrapó. Pero cuando vencí esa barrera y me adentré a la historia de Halil, el Aleph y el viaje en el transiberiano no pude dejar de leer.
Me siento feliz de haber experimentado lo que algunos llaman “amor a primera vista”, y encontrar en “Aleph” una explicación diferente. Me encantaría experimentar alguna vez un Gran Aleph, pero creo que todavía soy muy racional y no puedo comprender los pedidos de mi alma.
Me encantó que Paulo (lo voy a llamar así porque creo que él se personifica) no soportara a Halil, y sin embargo cuando estaba lejos no podía dejar de pensar en ella, creo que me ha pasado esto con una persona en particular.
Todavía no llego a decidirme en qué creer, a veces siento que realmente tuvimos vidas pasadas, y que el destino nos lleva a volver a encontrarnos con personas con las que tenemos que resolver algo del paso, en el presente, y otras veces siento que Dios (todavía no sé cómo creo que en Dios) nos marca un camino, y tenemos el poder de decidir seguirlo o no.