sábado, 10 de septiembre de 2011

De vez en cuando soy mala

Mi sueño es ir a Italia. Por eso hace poco empecé a estudiar italiano.
Voy a describir mi clase compuesta por algunos particulares estudiantes:
1. El Chico carilindo: Por el que pensé que iban a ser más interesantes las clases, pero cuando abrió la boca se deshizo la idea en el aire.
2. La arquitecta de 23 años, a la que le encanta sacar a relucir cada vez que puede que se recibió rápido.
3. La geóloga: una chica con facciones poco delicadas y por la que no pondría las manos en el fuego acerca de su orientación sexual, pero me cae bien.
4. La chica flaquísima y con una voz con muy poco volumen, que llega siempre una hora tarde para quedarse sólo media hora de clase.
5. La insoportable que se sienta en primera fila, que tiene una voz aguda y una risa demasiado fácil y estrepitosa. Evidentemente le estoy clavando los ojos con una ceja levantada la mitad de la clase.
6. Una mujer que siempre va con trajecitos que yo no elegiría jamas, que llega cuando la clase terminó y se queda sola a copiar lo que dice el pizarrón. Es la más extraña, no mira a los ojos cuando habla y siempre se presenta con su nombre completo. Me da un poco de miedo.
7. Un hombre de treinta y pico que aparenta bastante más, un poco bohemio, un poco autóctono, intentó charlar conmigo las dos primeras clases y ahora no sé porqué se sienta cada vez más lejos de mí (jeje).
Las otras personas son irrelevantes o lo suficientemente normales.
No tengo idea cómo me verán los demás estudiantes, pero probablemente como la chica antipática.