domingo, 3 de julio de 2011

Historia Circular

Era de noche. Él estaba sentado en una de las muchas sillas blancas plásticas alineadas en un lugar amplio, un gimnasio o un salón tal vez.
Pensando, mirando a ningún lugar, divagando en una tenue oscuridad. No estaba solo, se encontraba a unos metros un hombre, colocando o quitando las conexiones eléctricas de un sistema de sonido. Trabajaba sin prestarle atención al chico que derramaba ternura o lástima.
Esa escena se desarrolló durante un tiempo largo, cada uno absorto en su mundo, hasta que se sintió el ruido de una puerta abriéndose y cerrándose un momento después.
Él se paró para contemplar a la figura etérea que venía caminando, era su esposa, una muchacha que parecía una niña vestida con su vestido de bodas.
El mundo se detuvo unos segundos mientras cada uno caminaba hacia el encuentro del otro, mirándose a con ojos brillantes, enamorados, emocionados, desahuciados también.
El encuentro fue perfecto, sin decir nada se tomaron de las manos, no podían abrazarse cuerpo con cuerpo, la panza de embarazo avanzado de ella no lo permitía.
Sin ninguna indicación, el hombre que estaba trabajando interrumpió su trabajo evidentemente conmovido, y eligió un tema de Frank Sinatra para que la pareja pudiera tener su primer baile como esposos.